Hace unas semanas recibí un mail de la periodista Ana Martín del Mazo para aportar mi granito de arena en una tesis doctoral de la Universidad Carlos III de Madrid sobre distribución de cine y cultura digital. Un arte que sigue evolucionando y adaptándose a los tiempos. Gracias a Ana por pensar en mi para hablar sobre ello. Ésta es mi humilde opinión sobre el panorama actual y el futuro de la cinematografía:

Ana Martín del Mazo: ¿Qué cree que ha cambiado Internet en la promoción de una película?

Félix Esteban: Pues prácticamente todo como en casi todos los órdenes económicos y culturales. Es cierto que en los 70 se comenzó con el concepto actual de promoción y merchandising y se sigue usando en parte ese esquema pero la red de redes lo cambió todo y es imprescindible no sólo en cuanto a publicidad (banners, reportajes en medios online...) sino en la explotación que hacen las productoras de las redes sociales (Twitter, Facebook y lógicamente Youtube) mediante previos, concursos, teasers y los propios tráilers. Además se ha democratizado la industria en el sentido de que una película menor o incluso medio casera, como ocurrió con El proyecto de la bruja de Blair, puede auparse en fenómeno de masas gracias a Internet y las redes.

A.M.M.Tradicionalmente las películas se han amortizado siguiendo los tiempos estipulados para cada ventana de explotación y que encabezan las salas de cine, ¿Considera que sigue siendo un procedimiento apropiado para el sostenimiento de la industria o cree en otras fórmulas? 

F.E.: Es indudable que se sigue usando y que si nos atenemos a las grandes producciones y las majors sigue siendo rentable el uso 'tradicional' de promoción al margen del uso de nuevos medios. La revolución tuvo una frontera hasta ahora y aunque muchas salas han desaparecido la gente sigue yendo aún al cine a pesar de todo, con el ritual de toda la vida, y se sigue informando de los estrenos de forma similar. No sabemos qué ocurrirá en unos años pero al menos por ahora sigue siendo eficiente, algo que muchos agoreros predecían como la muerte del cine.

A.M.M.Una propuesta cada vez más frecuente es la de los estrenos simultáneos de películas en distintas ventanas, ¿qué opinión le merecen y qué perspectivas de futuro les augura?

F.E.: Bueno, Netflix la está usando y está funcionando, también para series donde de golpe ofrece toda la temporada sin tener que esperar cada semana a un capítulo. Ya se hizo en USA hace unos años y aquí por ejemplo Paco León lo eligió como estrategia para su primera película, pero no deja de ser una incógnita debido a la volatilidad del mercado y la incertidumbre que provocan los continuos cambios y revoluciones en el sector. Hasta ahora ha funcionado relativamente en muchos casos pero tampoco sabes si hubiera sido más rentable haberlo hecho a la antigua usanza. Lo que está claro es que se intenta aplicar la mejor opción para cada caso en virtud de estudios de mercado y público objetivo del film, pero al final es imposible predecir el éxito o no de la película y si influyó o no la forma de exhibición y distribución.

A.M.M.¿Considera que fomenta Internet la creatividad cinematográfica: innovación en nuevos formatos, nuevas narrativas, nuevas maneras de contar?

F.E.: Cualquier revolución tecnológica y cambios en la forma de hacer y ver arte se ve afectado en la creatividad y creando nuevas tendencias y corrientes narrativas pero el cine al final, tal como yo lo veo, es al final un continuo viaje de referencias de los clásicos, no ya de la época dorada, sino si me apuras del cine mudo. En realidad poco se ha inventado desde entonces, son variaciones que parecen más innovadoras porque, esto sí que ha cambiado todo, las imágenes creadas por ordenador y la captura de movimiento han abierto una ventana infinita de posibilidades. Pero al final es cine, sea con cámaras 3D o sea crear un cortometraje con un smartphone.

A.M.M.¿Y facilita la exposición? ¿Y la visibilidad?

F.E.: Sin duda lo que antes era un proceso típico de aprender un oficio (necesitabas comprar o alquilar cámaras profesionales, sala de montaje, etc.) ahora se puede hacer simplemente teniendo ganas e ideas con un simple smartphone o una cámara digital que no cuesta más de 300 euros. Y por supuesto, gracias a Internet y a las redes lo puedes presentar y dar a conocer al mundo entero sin coste alguno, sólo con tus habilidades.

A.M.M.¿Qué opina sobre la piratería?

F.E.: Bueno, quien diga que nunca lo ha hecho miente lógicamente. Todos hemos visto películas en Internet y en eso soy bastante realista y poco censurador. Toda la vida ha habido piratería, sólo que ahora es extremadamente fácil, directo e (por eso digo soy realista) inevitable. Al final la valía siempre se abre paso y las grandes películas, grandes directores y actores siguen estando muy bien pagados y considerados porque dan dinero a la industria y la gente paga por ver esas obras. Al final siempre va a haber resquicios por donde se cuele esa película, cierran una web y crean otra similar. La mejor forma de luchar con ello es adaptarse, innovar y ser buenos en lo que se hace. Con la música ha pasado igual pero la similitud con el cine es clara: en ambos sectores la piratería ha hecho daño pero el "culpable" de ese mal (Internet) también ha propiciado otras oportunidades para los consagrados y para los que empiezan, en muchos casos mejores que si les hubiera tocado lidiar con el estado anterior de las cosas.

A.M.M.¿Quiénes cree que se están beneficiando?

F.E.: Pues la respuesta podría parecer obvia pero no todo es lo que parece. El pirata se puede beneficiar, por supuesto, de ese uso fraudulento, pero ya se han hecho estudios que revelan que las propias productoras en ocasiones se ven favorecidas por la propia acción de la piratería. Hoy en día las fronteras de víctimas y verdugos son muy difusas y más en el arte.

A.M.M.¿Considera que son efectivas las medidas  que se están llevando a cabo?

F.E.: Siguiendo mi razonamiento, la respuesta es que no es tan relevante si lo son o no por todo lo que he expuesto. Gran parte del problema es imposible de atajar y no sé hasta qué punto se quiere poner un empeño en ello. Si de verdad se quisiera erradicar creo que habría formas de hacerlo, pero no interesan a nadie y sería peor el remedio que la enfermedad.

A.M.M.: ¿Qué efecto cree que ha tenido la entrada de Netflix en el sector cinematográfico?

F.E.: Está teniendo un impacto importante y sentando preferentes e imitadores. Creo ha encontrado una buena fórmula tras diferentes intentos fallidos de plataformas online, pagos por visión, tv por cable, etc. Un canal barato, de calidad, sin canales ni programación y atento a las tendencias y necesidades del usuario. Creo que ha llegado para quedarse y está influyendo para bien sobre todo en la producción de series, aunque también en sus propios estrenos cinematográficos. Digamos que es el que más ha atinado y se ha adelantado a lo que puede ser la forma de consumir "tv" en el futuro.

A.M.M.¿Cómo cree que está afectando el boom de las series a la industria del cine?

F.E.: Pues seguramente esto nadie lo había predicho ni imaginado. Que fueran determinadas series las que influyeran en el cine en vez de al revés, como era antes, ni que muchas de esas series superen en calidad cinematográfica y en originalidad de ideas. La prueba es que antes se podía considerar bajar un escalón que una estrella de cine se metiera en una serie y ahora es casi aumentar en prestigio. Las series se adaptan mejor a la forma que tiene hoy en día la gente de consumir lo audiovisual, más en píldoras que estar más de dos horas frente a la pantalla y con infinitas posibilidades narrativas y de estilo al tener muchos capítulos por delante, pero ojo, al final los rodajes de estas series son prácticamente indistinguibles del formato cinematográfico, con todas las influencias técnicas del séptimo arte.

A.M.M.¿Cuáles considera  que son las tendencias de futuro en la comercialización y la venta de productos cinematográficos?

F.E.: Estamos viendo como en otros ámbitos una contracorriente por un lado de vuelta a lo tradicional en la forma de rodar o distribuir, el siempre ejercicio de nostalgia y su explotación comercial, y por otro la irrefrenable tendencia de la tv inteligente, las pantallas de máxima calidad de imagen, equipos de ensueño a precios asequibles para convertir tu salón en una sala de cine en miniatura, lo que conlleva la irrupción y el éxito de Netflix. Quizá con el tiempo todo será a través de esta combinación y ni siquiera habrá formatos físicos como el DVD o Blueray, pero en un mercado tan zigzagueante no se puede saber. Lo que sí parece es que el cine sigue en plena forma y eso es lo importante.